Debo confesar que en estos momentos no se que hacer miles de pensamientos corren por mi mente en busca de respuestas: ¿Lo estaré haciendo bien?¿Lo estaré haciendo mal?¿Sigo?¿Paro?¿Quien tiene razón?¿Acaso pido demasiado?¿Soy la mala en la historia?¿Me estaré obsesionando?...Todo esto corre por mi cabeza pero sin respuesta, es que tengo el típico problema de película, en el res mi cabeza dice una cosa y mi mente otra. Por una parte pienso en lo que me diría mi madre si se lo cuento: María, tienes 16 años, no te compliques la vida con esas cosas...bla bla bla; pero por otra parte pienso: debo seguir, insistir, luchar, porque si quiero algo no me debo dar por vencida. Puede que esto sea el final, o puede que sea al igual que uno de nuestros muchos problemas algo pasajero y con solución.
Tarde o temprano las dudas se acabarán resolviendo. Pero también tengo que pensar que estoy en plena adolescencia y edad del pavo y que de una grano de arena hacemos un mundo, todo tiene solución.
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